Mientras a los 38 años sigue inflando redes, ahora en el fútbol árabe, Cristiano Ronaldo fue sometido a un detector de mentiras frente a la que respondió preguntas incisivas vinculadas al fútbol, además de otras más personales. Como parte de una acción auspiciada por una empresa vinculada a las criptomonedas, en todas las consultas un profesional estuvo a cargo de evaluar si el portugués decía o no la verdad en base al movimiento que ejercía el aparato.